Podría dedicar cada una de las noches a recrear tu figura de viejo roble.
Como yo te veo y desde donde yo te veo
me pareces indomable, inquebrantable
Caballo salvaje que transita con furia y decisión.
Cada vez que cierre los ojos
y cada vez que llegue tu imagen a mi cabeza,
quiero verte así
con ese ahínco, con esa fortaleza,
con ese ímpetu de guerrero que comprueba tu amor por la vida.
Amor, las palabras sobran cuando el sentimiento se hace presente...
Afortunadamente, nuestros espíritus se conectaron para siempre
Ya no podemos estar solos,
concebir al uno sin el otro.
Nuestra experiencia está entrecruzada c u á n t i c a m e n t e
porque ahí donde estás tú, estoy yo
rodeándote con pulsiones de amor
queriéndote más,
agradecida por tanto!